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sábado, 14 de febrero de 2015

El Comienzo De Una Nueva Vida: Capitulo 8

Capítulo 8

PV Stana

Me sentía hipnotizada ante su mirada. No podía pensar en otra cosa que no fuera el cómo sabría sus labios, si besaría tan bien como decían…
Mire a sus ojos mientras que poco a poco nos empezábamos a acercar. No había nada que nos impidiera ese beso. Ya podía sentir su sabor en los míos, la suavidad de ellos contra los míos, pero antes de que llegásemos a rozar nuestros labios, un móvil sonó y el hechizo en el que nos habíamos sumergido estalló.
Nos separamos aun mirándonos a los ojos, con mil preguntas en ellos y nos pusimos a buscar el móvil. Era el mío. El sonido del móvil paro.
Lo cogí y mire la pantalla. Kris me había llamado.
Fruncí el ceño. ¿Qué querría ahora?
- ¿Pasa algo…? - dijo mirándome a los ojos.
Alce la mirada y lo mire perdida.
- No… - logre decir. – No, tranquilo… Se habrán confundido… - dijo con una pequeña sonrisa.
¿Por qué mentí? Ni yo misma lo supe. Guarde el móvil en el bolso que estaba cerca del sillón y me volví otra vez hacia él. De repente me puse nerviosa al darme cuenta de lo cerca que habíamos de darnos ese beso tan deseado por mí, y esperaba que también por él.
No me atrevía a mirarle a la cara. Dios, ¿Qué pensaría de mí? Teniendo novio y yo queriendo besarle. Me mordí el labio. Un nerviosismo se apodero de mí. No me atrevía a mirarle a la cara por miedo de ver en la suya algún signo de decepción al intentar besarnos.
Estaba entretenida en mis pensamientos, cuando su mano se acercó a mi barbilla y me alzo la cabeza para que lo mirara.
- Stana, ¿te encuentras bien? – dijo mirándome a los ojos.
Le mire a esos ojos que me capturaron desde el primer momento en que lo vi en aquella sala.
No podía apartar mi mirada de la de él, mientras sentía como la mano que tenía en mi mejilla acariciaba mi cara sin apartar su mirada de la mia.
Se palpaba la tensión que había surgido. Mi respiración se volvía cada vez más entrecortada. Sabia cuáles eran los síntomas pero no quería admitirlo.
Nos acercamos más el uno al otro, cogiendo la posición que teníamos antes de que el maldito móvil nos interrumpiera, pero ninguno cruzaba la línea. Mi mirada se alternaba entre sus ojos y sus labios, pero ninguno de los dos se atrevía a avanzar.
Pasaron varios minutos en los cuales nos quedamos así, quietos, mirándonos y él acariciándome.
No pude aguantar más aquella tensión. Necesitaba besar esos labios que me llamaban, ya habría tiempo después de lamentarse y echarme la culpa por engañar a Kris.
Me acerque a él, en un movimiento rápido y pose mis labios contra los suyos, disfrutando de aquel sabor. Tan rápido como le bese, me retire y me levanté del sillón. Cogí mis cosas y me encamine hacia la puerta.
Estaba abriéndola, cuando una mano me agarro del brazo…

PV Nathan

La sujete antes de que saliera y volví a unir nuestros labios, esta vez con más pasión en ellos.
- No huyas, por favor… - dije en un susurro sobre sus labios. Le volví a dar un tierno beso sobre ellos, y uní nuestras frentes.- Me gustas Stana… Me gustas desde que te vi en la primera prueba… ¿Por qué huyes de mí?
Stana suspiro cerrando los ojos, como si todo eso le superara.
- Nathan, yo… - empezó a decirme, pero se cayó apretando los ojos fuertemente.
Vi como ella agachaba la mirada algo insegura.
- Stana… No pasa nada… - susurre mientras levantaba su cabeza. – Conmigo vas a estar bien… - dije con media sonrisa.
- No Nathan… Mo esta nada bien… - dijo ella con la voz rota. – Recuerda que yo tengo pareja… No debí besarte, pero Kris y yo no estamos pasando por un buen momento, yo… - se le corto la voz.
Al confesarme eso, sentí como mi corazón se partía en mil pedazos. Me había pasado.
- Yo… No pretendía estropear nada, de verdad…
No sabía que decir. Era cierto que fue ella quien dio el primer paso hacia el beso, pero creo que había sido mejor haberla dejado marchar.
La mire como asentía ante mis escasas palabras y como delicadamente se deshacía de mi agarre.
- No importa…. – dijo tristemente sin mirarme.
-Lo siento… No pensé lo que hacía, lo último que quiero es que tengas problemas con el… Tiene mucha suerte de tenerte… No volverá a pasar…
Ella solo asintió, se dio la vuelta y salió por la puerta, no sin antes vislumbrar lagrimas recorrer su rostro.
Al desaparecer ella por la puerta, mi mundo se vino abajo. En realidad deseaba que ella me dijese que todo estaba bien, que no le quería o algo parecido. Pero no era así. Y era normal. Era una mujer extraordinaria, era normal que no estuviese sola.
Me di la vuelta y empecé a recoger todo. Me sentía un miserable. Ella solo se despidió un seco “Adiós”.
Cerré un instante los ojos y trate de olvidar el mal momento, hacer como si nada hubiera pasado. Lo mejor era poner distancias, tratar de olvidarlo, hacer como si nada de eso había pasado.
Tenía que mantener las distancias, no quería que nadie viniera a partirme la cara por haber besado a su chica… Una chica tan perfecta… Me estremecí ante esa idea.
Suspire y volví a mi tarea de recoger ese desastre. Cuando estuvo todo limpio, me metí en la cama, no quería saber nada de nadie, no quería sufrir no pensar en nada. Solo quería descartar y relajarme, esperando a ver qué pasaba al día siguiente en el rodaje, cuando nos viéramos en el plató.
Caí enseguida rendido pero sin poder evitarlo, soñé con ella, con sus dulces labios, el pequeño pero tímido y excitante mordisco que me dio, sus suspiros, sus miradas, sus sonrisas. Estaba excitada, igual que yo. Se le notaba que quería tanto como yo ese beso, pero simplemente paso de largo.
Quizás se sintiera culpable, era ella la que tenía pareja y no yo…

PV Stana

Salí del apartamento de Nathan casi corriendo. No podía creer que me dejara llevar por mis impulsos, pero me deje llevar y le bese.
Me pare en una esquina de la calle y cerré los ojos al rememorar ese beso y el beso que él me dio después.
Sonreí inconscientemente al recordarlo y me toque los labios con la punta de los dedos. Realmente quería besarle. La discursión que tuve con Kris era una de las más grandes que habíamos tenido pero aun así yo estaba con él, ya era demasiado tiempo el que estábamos juntos.
Me encamine hacia la esquina de la calle buscando un taxi para que me llevara de vuelta a casa.
Una vez en casa, todo el mundo estaba acostado, así que fui directamente a mi habitación, cuando entre, Kris no se encontraba allí y suspire de alivio. No sabía cómo enfrentarme a él después de haber besado a Nathan.
Me quite el vestido lentamente y me metí en la ducha. Una vez allí no deje de pensar en esa noche.
Había resultado, en su conjunto, mágica. Sonreí al recordar como ambos preparamos la cena, el cómo nos complementábamos en la cocina y en las bromas que me decía durante esta.
Y por fin recordé, otra vez, el beso…
El que yo le di, a modo de detonante al otro que el medio. Sonreí y cerré los ojos saboreando en mis labios el sabor del beso.
Salí por fin de la ducha y, poniéndome el pijama, me metí en la cama pensando en cómo iba a mirarle al día siguiente en el plató de la serie.

Al día siguiente me levante más pronto de lo normal y es que no había dormido casi por estar pensando en que fui una imbécil al besarle, pero no lo pude evitar.
Tome mi desayuno en silencio bajo la atenta mirada de mi madre, quien me preguntaba en silencio que era lo que me tenía tan callada aquella mañana.
Me arregle y salí directa al plató donde se rodaba la serie.
Cuando llegue, me encontré a Tamala en maquillaje, quien me miro extrañada por la cara que llevaba.
- Hola, chica… ¿Y esa cara…? – dijo mientras me sentaba a su lado para que las maquilladoras me prepararan.
- Hola… - sonreí. – Nada, solo que dormí mal anoche…
Tamala alzo una ceja a modo de interrogante.
- ¿Qué tal la cena…? – dijo de manera inocente.
- Bien… - simplemente conteste. – Estuvo muy bien…
- Ya… - dijo solamente mirándome con esa mirada interrogativa en los ojos atravesó del espejo.
- Que… - dije sin más.
- Te pasa algo… - dijo ella sin parar de mirarme. – Y me lo contaras…
- No me pasa nada, de verdad Tamala…
- ¿Que paso anoche? Cuéntamelo con todo lujo de detalles… - dijo poniéndose de cara a mí.
Mire hacia los lados, estábamos solas.
Suspire y la mire desde mi sitio.
- Pues llegue, y se le había quemado la comida así que la preparamos entre los dos…
- Mmmm eso suena muy sexy… - dijo con una sonrisa.
Puse los ojos en blanco.
- Después cenamos y charlamos… - dije. No quería decirle lo del beso.
Tamala entrecerró los ojos al ver cómo me callaba.
- ¿Y que más…? – dijo entrecerrando los ojos.
Iba a contestar cuando Nathan entro en el cuarto de maquillaje con Seamus.
Nos miramos a los ojos sin decir nada, pero rápidamente desvié la mirada.
- Debo irme… - dije levantándome. Y salí de allí todo lo deprisa que pude.

domingo, 1 de febrero de 2015

La Magia del Amor: Capítulo 2

Capítulo 2

Mientras ellos tomaban el café, la puerta de la cafetería se abrió, dando paso a un chico que entro rápidamente a saludar a Ruby, subiéndose en un taburete, seguido de una morena de labios rojos y vestido gris y tacones negros, que era seguida don por una rubia con vaqueros, botas negras, camiseta blanca y chaqueta de cuero roja.
Entraron de la mano mientras la rubia susurraba algo en los oídos de la morena, que sonreía mientras se mordía el labio.
Se acercaron dónde estaba el chico y saludaron a la camarera.
- Hola Henry… - dijo Ruby revolviéndole el cabello al muchacho. – Señora Alcaldesa… Rubia… - dijo saludando a las otras dos mujeres.
- Hola Señorita Lucas…
- Rubs… - dijo Emma mientras se sentaba.
Pidieron su desayuno y esperaron.
Cuando paso Ruby cerca donde estaban los dos forasteros, fue llamada por Beckett.
- Perdona Ruby… - dijo a la camarera. – Estoy buscando a alguien…
- Oh… - dijo parándose y mirándola. – A quien…
- Se llama Emma Swan…. Es la Sheriff de aquí…. – dijo mirándola a los ojos. - ¿Me podrías decir donde esta…?
Ruby entrecerró los ojos…
- Oh… Si… - dijo finalmente con una sonrisa. – Acaba de entrar… Esta allí… - dijo señalando a Emma y Regina y niño que desayunaban entre risas.
Beckett sonrió al reconocer a su amiga y se levantó encaminándose hacia la rubia que en ese momento le susurraba algo en el oído de la morena.
- ¿Asique esta es tu querida y amada alcaldesa por la cual tanto suspirabas en Nueva York, no Sheriff Swan…? – dijo Beckett con una sonrisa en los labios.
La rubia alzo la mirada cuando escucho esa voz al mismo tiempo que la morena y miraron a la detective con una sorpresa en la cara.
- ¿Kate…? – dijo sorprendida Emma.
- Hola Emma… - dijo sonriendo la detective.
Emma se levantó con una sonrisa en la cara y abrazo a la detective.
- Que haces aquí, tan lejos de tu querido Nueva York… - dijo mientras se separaba de Kate y la miraba a los ojos.
- Larga historia… - dijo con una sonrisa. – Quería pedirte un favor… - dijo mirando a la rubia a los ojos.
- Claro… - dijo la Sheriff con una sonrisa. – Pero espera, te presento a Regina Mills, Alcaldesa de StoryBrooke, mi novia y este de aquí es nuestro hijo Henry… - dijo señalándoles.
Kate sonrió a la mujer y al chico, que le devolvieron el saludo con una sonrisa.
- Gracias de verdad, Emma… - dijo aliviada Beckett. – La verdad es que el tema es muy delicado… - dijo mirando a Emma a los ojos.
- ¿Kate…? – dijo Castle acercándose.
- Oh, perdona…. Emma, este es Richard Castle… Castle, esta es la Sheriff Emma Swan… - dijo haciendo las presentaciones.
Ambos se saludaron.
- Nosotras hemos terminado de desayunar… - dijo la rubia mirando a la pareja que estaba enfrente de ellas. –  Vamos a la comisaria, allí hablaremos más tranquilos.
- Henry, cariño, tienes que ir al colegio…- dijo Regina dirigiéndose a Henry.
- Pero mama… - dijo protestando.
- Ya has oído a tu madre, chico… - dijo la rubia revolviéndole el pelo.
- Emma, quiero ir con vosotras…
- Henry….
- Vale… - dijo con resignación.

Ya en la comisaria, Beckett y Castle le contaron por qué estaban allí. Emma y Regina escuchaban atentamente la historia.
- Tranquilos… - dijo Emma con una sonrisa. – Os ayudaremos en lo que sea… ¿Verdad Regina?
- Claro… - dijo la alcaldesa con una sonrisa.
Kate sonrió a su amiga rubia y a la morena.
- Muchas gracias, de verdad… - dijo mirándolas a los ojos y con una sonrisa.
Emma y Regina se miraron.
- Existe un pequeño problema… - dijo Emma mirándolos y mirando a Regina.
- ¿Estas segura, Emma…? – dijo Regina alzando una ceja.
- Nena… - dijo Emma girándose hacia la morena. – Es de fiar…
- ¿Tu detector de mentiras…? – dijo la alcaldesa con una sonrisa y alzando la ceja.
- Claro… - dijo con una media sonrisa la rubia. Se dio la vuelta y miro a la detective y al escritor. – Esto que os vamos a contar es un secreto. No debe salir de este pueblo, ¿entendido?
Beckett y Castle se miraron un momento a los ojos y luego miraron a Emma y a Regina.
- Tranquilas, no diremos nada…. – dijo Kate con una sonrisa. - ¿Verdad, Castle…?
- Claro… - dijo el escritor con una sonrisa. – No saldrá nada de mis labios…
Las dos mujeres se miraron.
- Esto os parecerá un poco surrealista, pero os prometo que cuando me lo contaron a mí, no me lo creí, pero es verdad…
- Emma, me estas asustando… - dijo la detective neoyorkina.
Emma miro a Regina, quien asintió levemente.
- StoryBrooke no es un pueblo cualquiera, es especial… - comenzó la rubia Sheriff mirándolos a los ojos – Especial en el sentido de que sus habitantes son especiales…
- Oh vamos, Emma… - dijo Regina cruzándose de brazos y mirando a la rubia.
- Ya voy, tranquila… - dijo mirándola y después mirando a Castle y a Beckett. - En resumen, somos personajes de cuentos….
Kate y Richard se quedaron mirando a las dos mujeres.
- ¿Cómo personajes de cuentos…? – pregunto Castle. - ¿Tipo, Blancanieves y los 7 enanitos? – dijo con una sonrisa.
- Si… - respondió Emma.
Ambos se rieron. N era posible. Miraron a las mujeres mientras se reían de lo que ellos se pensaban que era una broma. Pero pararon cuando vieron  que tanto Emma como Regina no se reían.
- Oh vamos Emma… - dijo al fin Castle. – Si todos en este pueblo son personajes de cuento, quien eres tú, la Reina Malvada de Blancanieves? – dijo mirando a la rubia.
- No querido… - dijo Regina con una sonrisa ladeada mirando a Castle. – La Evil Queen soy yo… Ella… - dijo señalando a Emma. – Es la hija de Snow White y el Príncipe Charming… - dijo con una media sonrisa.
Tanto Castle como Beckett se quedaron callados mirando a la rubia, esperando que lo negara.
- Es cierto, Kate…. – dijo con un suspiro Emma acomodándose en su silla de Sheriff. – Regina es aparte de mi prometida, la Evil Queen,  la madrastra de Snow White, y Snow es mi madre…
Kate y Castle se quedaron con la boca abierta.
- Es… - empezó Kate. – No me dijiste nada cuando nos conocimos….
Emma se hecho a reír.
- Me hubieras tomado por loca… - dijo Emma con una sonrisa.
- No puede ser posible… - dijo Castle. – Yo como escritor, lo veo imposible…
Regina iba a contestar cuando unos pasos la interrumpieron seguidos de unos gritos y sonido de que estaban corriendo por el pasillo.
- ¡Ema…! – dijo la vocecita de un niño mientras entraba por la puerta de la comisaria.
Un niño muy parecido a Emma llego corriendo y se tiró a los brazos de la rubia. El niño era rubio, de tez blanca y una gran sonrisa en los labios. Abrazo a su hermana con fuerza.
- ¡Ei…! – dijo Emma cogiendo a su hermano. – Hola chico….
El niño abrazo a su hermana con fuerza y le dio dos besos.
- ¿Para mí no hay? – dijo Regina sonriendo al niño.
El niño se separó enseguida de su hermana y miro a Regina con una sonrisa.
- ¡Gina…! – dijo emocionado y se tiró a los brazos de la morena.
- Hola Daniel… - dijo sonriendo la Reina Malvada mientras lo abrazaba.
La verdad es que el pequeño sentía una gran devoción por la morena, incluso desde que era un bebe.
Por el pasillo que desembocaba la comisaria, se oían otros pasos apresurados y por la puerta aparición una Mary Margaret toda sofocada.
- Daniel, cariño…. ¿Cuántas veces te he dicho que no corras así cuando venimos a ver a tu hermana? Podrías hacerte daño… – dijo y se detuvo al ver a dos forasteros con Emma y Regina. – Oh… Lo siento…
- No pasa nada, Snow… - dijo Regina con una sonrisa aun con Daniel en sus brazos.
- Ella es Snow White…? – pregunto Castle con la boca abierta.

- Si, Castle…. – dijo Emma con un suspiro. – Ella es Snow White, mi madre… Y este monstruito de aquí…- dijo despeinando el pelo de Daniel que se enfurruño ante el gesto de la rubia. – Es mi pequeño hermano, Daniel Charming White.

viernes, 16 de enero de 2015

La Magia del Amor: Capítulo 1

Capítulo 1

- ¿De dónde dices que eres, Emma…? – dijo Beckett a Emma con una sonrisa mientras se sentaba a su lado y le entregaba el café.
- De Boston… Gracias… - dijo cogiéndolo con una sonrisa. – Bueno era de Boston, ahora vivo en un pueblo pequeño en la zona de Maine. Se llama StoryBrooke… ¿Y tú….?
Beckett la observo mientras Emma miraba el café que la detective de homicidios de Nueva York le había traído. Le llamaba la atención esa mujer y no sabía por qué.
Estaban en una convención que hacia todos los años la policía de los Estados Unidos para intercambiar impresiones y maneras de manejar los casos que sucedían. Emma, impresionada, había recibido una invitación para ir a la convención que se celebraba en Nueva York. Hacía poco que la maldición que retenía a los del pequeño pueblo de StoryBrooke se había roto, permitiendo la llegada de turistas y también la salida al exterior de los habitantes del pequeño pueblo de Maine.
- Yo de aquí, de Nueva York… - dijo sonriendo la detective.
Ambas mujeres se miraron y se sonrieron. Desde el primer día, se habían llevado bien, se complementaban y poco tiempo después descubrieron que estaban juntas en el mismo equipo de trabajo.
Emma, cada vez que miraba a Kate Beckett, se acordaba de su querida y amada Regina Mills. Una sonrisa estúpida se le formo en los labios al recordarla y al recordar cómo se despidieron hace 4 días. Por suerte, hoy sería el último en el que estaría fuera, mañana regresaría a StoryBrooke y a volver a besar los labios de su morena.
- Estoy cansada… - dijo Emma mientras dejaba el vaso del café en la mesilla y se tiraba de espaldas en la cama.
Beckett sonrió e imito a la rubia.
- Así sí que se está a gusto… - dijo Kate mientras se acomodaba en la cama.
- Si… - rio Emma. Saco el móvil y reviso los mensajes.
- ¿Mirando si tu amada te ha enviado un mensaje...? – dijo Kate Beckett con una sonrisa mientras miraba a la rubia jugar con el aparato.
- Tengo ganas de verla… - admitió Emma con un suspiro. - ¿Y tú…? ¿No tienes a nadie…?
Beckett suspiro acordándose de cierto escritor que seguramente estaría con alguna modelo en su casa de los Hamptons.
- No… No hay nadie… - contesto tristemente.
Emma entrecerró los ojos notando la tristeza en la respuesta de la detective, pero lo dejo pasar.
Con una última mirada al móvil, cerró los ojos y se durmió.

Habían pasado unos cuantos meses después de esa convención de la policía que había tenido lugar en Nueva York y ambas mujeres habían seguido con sus vidas, olvidándose casi una de la otra.
Beckett estaba revisando unos informes que tenía sobre la mesa. El 3XA había vuelto y ahora más que nunca quería atraparlo de una vez por todas. A su lado, Castle la ayudaba buscando pistas. Él más que nada quería verlo entre rejas. Llevaban dos días sin dormir y sus músculos ya le empezaban a pasar factura y el cansancio se notaba en las caras de los detectives y en el escritor.
- Castle… Ve a casa… - dijo Beckett sin apartar la mirada de los informes.
Castle suspiro y dejo los papeles a un lado, echándose hacia atrás en la silla.
- Estoy bien, Kate... – dijo resoplando y cerrando los ojos.
Kate dejo los papeles encima de la mesa y lo miro a los ojos sonriendo de lado.
- Ve a descansar, anda… - dijo sin apartar la mirada del escritor.
Castle abrió los ojos y miro a Kate a los ojos.
- Ok, pero si tu también te vas…. –dijo sin apartar la mirada. – También estas cansada y necesitas dormir. – se levantó. – Te invito a cenar en mi casa…
Kate lo miro un momento y tras un rato asintió y se levantó, acompañando a Castle a su casa para poder cenar.

El camino a casa fue silencioso y algo tenso. Los acontecimientos de la vuelta del 3XA a sus vidas, había desestabilizado la armonía que sentía y el posible acercamiento de la detective y el escritor.
Bajaron del coche de Beckett en silencio y subieron al apartamento del escritor. Abrieron la puerta y entraron. Todo estaba extrañamente en silencio y, es que, como le había contado Castle, su madre estaba de gira y Alexis había ido a ver a su madre.
Inconscientemente, Kate se imaginó lo que podría pasar esa noche, estando los dos solos. Sonrió ante la idea y entraron en el apartamento de Castle. Cuando Castle encendió la luz, un desorden les dio la bienvenida.
Todo el apartamento estaba patas arriba. Las mesas volcadas, el sofá rasgado, los libros en el suelo y una gran pintada en la pared del despacho que ponía. “Te Matare, Richard Castle”
Un escalofrió les entro a las dos personas que miraba aquello e instintivamente, Kate saco la pistola y empezó a registrar todo el apartamento. Como suponía no había nadie.
Llamaron a Esposito y a Ryan, que fueron enseguida, junto con la Capitana Gates.
Registraron todo el apartamento y llegaron a la conclusión de que Castle tendría que desaparecer harta que el 3XA estuviera entre rejas.
Gates asigno a Beckett a la protección del escritor y resolvieron que esa misma noche sin demora, debían partir.
Hicieron una pequeña maleta y se montaron en el coche de la detective.
- Kate… ¿A dónde vamos...? – dijo Castle mientras miraba hacia la oscura carretera.
- Lejos… - dijo simplemente mientras conducían.

Ya era mañana pero todavía estaba conduciendo. Lo llevaba haciendo toda la noche sin parar. Castle dormía en el asiento del pasajero después de pedirle que parara, pero ella no quería parar. Quería poner a salvo al hombre a quien amaba.
Mientras salían de Nueva York, se acordó de la Sheriff rubia que conoció en aquella reunión de la policía en Nueva York y sonrió. Le había dicho que era la Sheriff de un pequeño pueblo llamado StoryBrooke en el condado de Maine. Era perfecto y con una sonrisa se encaminaban hacia allí.

Después de que Castle despertara y hubieran comido algo que metieron la noche anterior, ya estaban cerca del pueblo y solo habían parado para que la detective estirara las piernas y descansara un momento.
Poco a poco, el cartel de “Bienvenidos a StoryBrooke” apareció ante sus ojos.
- ¿StoryBrooke…? – leyó Castle mientras pasaban. - ¿Es una broma?
- No… - dijo Beckett sin apartar la mirada de la carretera. – Es el mejor lugar. Confía en mí, Castle…
- ¿As estado ya aquí…? – dijo mirándola.
- No… - dijo mirándolo un momento. – Pero oí hablar de él a una amiga…
- Una amiga… ¿Dónde la conociste…?
- En el congreso ese de la policía que hubo en Nueva York…
- ¿Es policía…?
- Algo así…
Mientras hablaban, estaban entrando en el pueblo y lo observaban mientras el coche de Beckett pasaba por las calles casi desiertas.
- ¿No tienes hambre…? – dijo Castle.
- Debería a ver un restaurante o una cafetería por aquí… - dijo la detective mientras se paraban en el local que tenía un cartel que ponía “Granny's Diner”.
Ambos lo miraron desde el coche aparcado y bajaron. Hicieron el camino en silencio y entraron en el pequeño local.
Dentro una camarera pelirroja estaba sirviendo las mesas y coqueteando con los clientes. Dentro de la barra, una mujer mayor discutiendo con un hombre bajito con barbas y mal humor y en las mesas gente hablando o simplemente disfrutando de su desayuno.
Se acercaron a la barra y se sentaron. Enseguida la camarera pelirroja se puso delante de ellos.
- Hola… - dijo con una sonrisa. – Bienvenidos a StoryBrooke… Sois nuevos, ¿verdad?
- Hola… - dijo Beckett – Si, venimos a dar una vuelta por este rincón del país…. – dijo sonriendo.
- Me alegro… - dijo aun sonriente la pelirroja. – Me llamo Ruby…. ¿Vosotros…?
- Yo…
- Rick y Kate… - dijo rápidamente Beckett.
Ruby sonrió, pero enseguida noto algo raro. Su instinto de loba se lo decía.
- ¿Qué queréis para tomar…? – dijo con una sonrisa.
- Café y tortitas para los dos, gracias… - dijo Castle mirando a la chica con una sonrisa.

- Muy bien, marchando… - dijo y se fue a encargar su pedido.

sábado, 10 de enero de 2015

La Promesa

La Promesa

Hola chicos, como prometí, si llegaba a los 920 seguidores en Twitter, subía una historia basada en Castle y en Once Upon A Time unidas.

Pues bien, después de que las musas me iluminaran con esta idea, empece a escribir y escribir y logre crear una historia que me gusta cada vez mas escribirla.

Aun la sigo escribiendo y es que he decidido, que si tiene buena acogida, lo are de mas de un capitulo.

Solo espero que os acabe gustando como a mi el escribirlo.

Un beso a todos vosotros!!!!

domingo, 28 de diciembre de 2014

Feliz Navidad

Sé que estamos ya muy lejos del día de Navidad, pero es que no me he podido conectar antes. Os pido disculpas y que aceptéis mis felicitaciones, aunque sean atrasadas. Lo dicho, quería desearos una muy Feliz Navidad a todos los que entráis a mi blog.

Dentro de unos días, el año 2014 se va a acabar y como siempre, hay que hacer un repaso a todo lo que hemos vivido en este año que acaba.
Espero que en el año próximo sea mejor que este año, que me sigáis leyendo y os sigan gustando todo lo que publico.

Se que os tengo un poco abandonados con la historia, pero estuve muy ocupada entre el trabajo, proyectos que entregar....

Pero os prometo que enseguida seguiré con un nuevo capitulo...

Sin agobiaros más, me despido sin antes deciros….

FELIZ NAVIDAD….!!

viernes, 31 de octubre de 2014

Feliz Halloween

Feliz Halloween!!!!

Oh también conocido como Noche de brujas o Día de brujas, es una fiesta que se celebra en la noche del 31 de octubre. Sus raíces están vinculadas con la conmemoración celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos.
Samhain significa “fin del verano”. Se celebraba el final de la temporada de cosechas y era considerada como el «Año nuevo celta», creían que la línea que une a este mundo con el “Otro Mundo” se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus pasar a través.
En Roma era conocida como la Noche de morder manzanas”
Aquel día está permitido todo: Dulces de caramelo, manzanas de caramelo, a través del “Truco o Trato” (“Trick or Treat”), las fiestas de disfraces, las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.
Es la fiesta más mágica de todo el año. Donde la tela que existe entre el mundo de los vivos y los muertos es más estrecha.
Donde todo es posible.

Truco o trato

Era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente «Truco o Trato». La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu, que recibiría el nombre de Jack-o'-Lantern, con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween, él usaría sus poderes para hacer «truco», que consistiría en maldecir la casa
y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro.
malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente
Así que… Feliz Noche de Brujas…..
Feliz Halloween.

martes, 12 de agosto de 2014

Descansa en Paz, Oh Capitán, mi Capitán.... Robin Williams

Robin Williams (Chicago, Illinois, 21 de julio de 19514 - Tiburón, California, 11 de agosto de 2014) actor y comediante estadounidense.
Ganó un Óscar y cinco Globos de Oro, y fue conocido por sus actuaciones en películas como Mrs. Doubtfire, Good Will Hunting, Jumanji, Dead Poets Society, Hook, Patch Adams y El hombre bicentenario.
Nació en Chicago, en el estado de Illinois, como hijo único de un ejecutivo de la industria del automóvil. Creció en un ambiente económicamente holgado y no mostró en su infancia y primera adolescencia interés por la interpretación. Se concentró en cambio en sus estudios y en la práctica de deportes.
Su talento para cambiar la voz e imitar acentos le permitió hacer papeles hilarantes, como en Mrs. Doubtfire. En la década del 90, Williams alternó papeles cómicos con interpretaciones dramáticas, realizando papeles de perfiles psicológicos muy complejos como es el caso del film Retratos de una obsesión, y se convirtió en uno de los grandes actores contemporáneos.


Adios, Oh Capitán, mi Capitán.... Descasa en Paz....
Para mas Informacion: Wikipedia.