Capítulo 8
PV Stana
Me sentía
hipnotizada ante su mirada. No podía pensar en otra cosa que no fuera el cómo sabría
sus labios, si besaría tan bien como decían…
Mire a sus ojos
mientras que poco a poco nos empezábamos a acercar. No había nada que nos
impidiera ese beso. Ya podía sentir su sabor en los míos, la suavidad de ellos
contra los míos, pero antes de que llegásemos a rozar nuestros labios, un móvil
sonó y el hechizo en el que nos habíamos sumergido estalló.
Nos separamos aun
mirándonos a los ojos, con mil preguntas en ellos y nos pusimos a buscar el
móvil. Era el mío. El sonido del móvil paro.
Lo cogí y mire la
pantalla. Kris me había llamado.
Fruncí el ceño.
¿Qué querría ahora?
- ¿Pasa algo…? -
dijo mirándome a los ojos.
Alce la mirada y
lo mire perdida.
- No… - logre
decir. – No, tranquilo… Se habrán confundido… - dijo con una pequeña sonrisa.
¿Por qué mentí? Ni
yo misma lo supe. Guarde el móvil en el bolso que estaba cerca del sillón y me volví
otra vez hacia él. De repente me puse nerviosa al darme cuenta de lo cerca que
habíamos de darnos ese beso tan deseado por mí, y esperaba que también por él.
No me atrevía a
mirarle a la cara. Dios, ¿Qué pensaría de mí? Teniendo novio y yo queriendo
besarle. Me mordí el labio. Un nerviosismo se apodero de mí. No me atrevía a
mirarle a la cara por miedo de ver en la suya algún signo de decepción al
intentar besarnos.
Estaba entretenida
en mis pensamientos, cuando su mano se acercó a mi barbilla y me alzo la cabeza
para que lo mirara.
- Stana, ¿te encuentras
bien? – dijo mirándome a los ojos.
Le mire a esos
ojos que me capturaron desde el primer momento en que lo vi en aquella sala.
No podía apartar
mi mirada de la de él, mientras sentía como la mano que tenía en mi mejilla
acariciaba mi cara sin apartar su mirada de la mia.
Se palpaba la
tensión que había surgido. Mi respiración se volvía cada vez más entrecortada.
Sabia cuáles eran los síntomas pero no quería admitirlo.
Nos acercamos más
el uno al otro, cogiendo la posición que teníamos antes de que el maldito móvil
nos interrumpiera, pero ninguno cruzaba la línea. Mi mirada se alternaba entre
sus ojos y sus labios, pero ninguno de los dos se atrevía a avanzar.
Pasaron varios
minutos en los cuales nos quedamos así, quietos, mirándonos y él acariciándome.
No pude aguantar
más aquella tensión. Necesitaba besar esos labios que me llamaban, ya habría
tiempo después de lamentarse y echarme la culpa por engañar a Kris.
Me acerque a él,
en un movimiento rápido y pose mis labios contra los suyos, disfrutando de
aquel sabor. Tan rápido como le bese, me retire y me levanté del sillón. Cogí
mis cosas y me encamine hacia la puerta.
Estaba abriéndola,
cuando una mano me agarro del brazo…
PV Nathan
La sujete antes de
que saliera y volví a unir nuestros labios, esta vez con más pasión en ellos.
- No huyas, por
favor… - dije en un susurro sobre sus labios. Le volví a dar un tierno beso
sobre ellos, y uní nuestras frentes.- Me gustas Stana… Me gustas desde que te
vi en la primera prueba… ¿Por qué huyes de mí?
Stana suspiro
cerrando los ojos, como si todo eso le superara.
- Nathan, yo… - empezó
a decirme, pero se cayó apretando los ojos fuertemente.
Vi como ella agachaba
la mirada algo insegura.
- Stana… No pasa
nada… - susurre mientras levantaba su cabeza. – Conmigo vas a estar bien… -
dije con media sonrisa.
- No Nathan… Mo
esta nada bien… - dijo ella con la voz rota. – Recuerda que yo tengo pareja… No
debí besarte, pero Kris
y yo no estamos pasando por un buen momento, yo… - se le corto la voz.
Al confesarme eso,
sentí como mi corazón se partía en mil pedazos. Me había pasado.
- Yo… No pretendía
estropear nada, de verdad…
No sabía que
decir. Era cierto que fue ella quien dio el primer paso hacia el beso, pero
creo que había sido mejor haberla dejado marchar.
La mire como asentía
ante mis escasas palabras y como delicadamente se deshacía de mi agarre.
- No importa…. –
dijo tristemente sin mirarme.
-Lo siento… No pensé
lo que hacía, lo último que quiero es que tengas problemas con el… Tiene mucha
suerte de tenerte… No volverá a pasar…
Ella solo asintió,
se dio la vuelta y salió por la puerta, no sin antes vislumbrar lagrimas recorrer
su rostro.
Al desaparecer
ella por la puerta, mi mundo se vino abajo. En realidad deseaba que ella me
dijese que todo estaba bien, que no le quería o algo parecido. Pero no era así.
Y era normal. Era una mujer extraordinaria, era normal que no estuviese sola.
Me di la vuelta y empecé
a recoger todo. Me sentía un miserable. Ella solo se despidió un seco “Adiós”.
Cerré un instante
los ojos y trate de olvidar el mal momento, hacer como si nada hubiera pasado. Lo
mejor era poner distancias, tratar de olvidarlo, hacer como si nada de eso había
pasado.
Tenía que mantener
las distancias, no quería que nadie viniera a partirme la cara por haber besado
a su chica… Una chica tan perfecta… Me estremecí ante esa idea.
Suspire y volví a
mi tarea de recoger ese desastre. Cuando estuvo todo limpio, me metí en la
cama, no quería saber nada de nadie, no quería sufrir no pensar en nada. Solo quería
descartar y relajarme, esperando a ver qué pasaba al día siguiente en el
rodaje, cuando nos viéramos en el plató.
Caí enseguida rendido
pero sin poder evitarlo, soñé con ella, con sus dulces labios, el pequeño pero tímido
y excitante mordisco que me dio, sus suspiros, sus miradas, sus sonrisas. Estaba
excitada, igual que yo. Se le notaba que quería tanto como yo ese beso, pero
simplemente paso de largo.
Quizás se sintiera
culpable, era ella la que tenía pareja y no yo…
PV Stana
Salí del
apartamento de Nathan casi corriendo. No podía creer que me dejara llevar por
mis impulsos, pero me deje llevar y le bese.
Me pare en una
esquina de la calle y cerré los ojos al rememorar ese beso y el beso que él me dio
después.
Sonreí inconscientemente
al recordarlo y me toque los labios con la punta de los dedos. Realmente quería
besarle. La discursión que tuve con Kris era una de las más grandes que habíamos
tenido pero aun así yo estaba con él, ya era demasiado tiempo el que estábamos
juntos.
Me encamine hacia
la esquina de la calle buscando un taxi para que me llevara de vuelta a casa.
Una vez en casa,
todo el mundo estaba acostado, así que fui directamente a mi habitación, cuando
entre, Kris no se encontraba allí y suspire de alivio. No sabía cómo
enfrentarme a él después de haber besado a Nathan.
Me quite el
vestido lentamente y me metí en la ducha. Una vez allí no deje de pensar en esa
noche.
Había resultado,
en su conjunto, mágica. Sonreí al recordar como ambos preparamos la cena, el cómo
nos complementábamos en la cocina y en las bromas que me decía durante esta.
Y por fin recordé,
otra vez, el beso…
El que yo le di, a
modo de detonante al otro que el medio. Sonreí y cerré los ojos saboreando en
mis labios el sabor del beso.
Salí por fin de la
ducha y, poniéndome el pijama, me metí en la cama pensando en cómo iba a
mirarle al día siguiente en el plató de la serie.
Al día siguiente
me levante más pronto de lo normal y es que no había dormido casi por estar
pensando en que fui una imbécil al besarle, pero no lo pude evitar.
Tome mi desayuno
en silencio bajo la atenta mirada de mi madre, quien me preguntaba en silencio
que era lo que me tenía tan callada aquella mañana.
Me arregle y salí directa
al plató donde se rodaba la serie.
Cuando llegue, me encontré
a Tamala en maquillaje, quien me miro extrañada por la cara que llevaba.
- Hola, chica… ¿Y
esa cara…? – dijo mientras me sentaba a su lado para que las maquilladoras me
prepararan.
- Hola… - sonreí. –
Nada, solo que dormí mal anoche…
Tamala alzo una
ceja a modo de interrogante.
- ¿Qué tal la cena…?
– dijo de manera inocente.
- Bien… -
simplemente conteste. – Estuvo muy bien…
- Ya… - dijo
solamente mirándome con esa mirada interrogativa en los ojos atravesó del
espejo.
- Que… - dije sin más.
- Te pasa algo… -
dijo ella sin parar de mirarme. – Y me lo contaras…
- No me pasa nada,
de verdad Tamala…
- ¿Que paso
anoche? Cuéntamelo con todo lujo de detalles… - dijo poniéndose de cara a mí.
Mire hacia los
lados, estábamos solas.
Suspire y la mire
desde mi sitio.
- Pues llegue, y
se le había quemado la comida así que la preparamos entre los dos…
- Mmmm eso suena
muy sexy… - dijo con una sonrisa.
Puse los ojos en
blanco.
- Después cenamos
y charlamos… - dije. No quería decirle lo del beso.
Tamala entrecerró los
ojos al ver cómo me callaba.
- ¿Y que más…? –
dijo entrecerrando los ojos.
Iba a contestar
cuando Nathan entro en el cuarto de maquillaje con Seamus.
Nos miramos a los
ojos sin decir nada, pero rápidamente desvié la mirada.
- Debo irme… - dije levantándome. Y salí de allí
todo lo deprisa que pude.
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