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domingo, 9 de febrero de 2014

El Comienzo De Una Nueva Vida: Capitulo 3

Capítulo 3

PV Nathan

Note como conforme iba contándome su carrera como actriz se relajaba un poco más. Me sorprendí que llevara la cuenta ya que eran un montón de series con capítulos y temporadas específicos.
Me sonaban algunos y había visto algunas de aquellas series.
Por un momento se me quedo mirando, estaba tan embobado que no me había ni dado ni cuenta. Al rato la escuche llamarme.
- ¿Nathan? ¿Estás bien?
- Si, perdón. ¿Qué decías? Solo me quede impresionado con la cantidad de papeles que has hecho. Y que llevaras la cuenta…
- Si bueno. Cada uno son importantes para mí. He aprendido con ellos.
No quería parecer un imbécil delante de ella. Era una gran profesional. No quería que ella pensase que yo no lo era.
- Oh si, perdón. Tus series. ¿Sabes? He visto la de Stiletto y la verdad es que me encanta… Tu papel es… - No sabía cómo decirle que su papel me encantaba y que me puso al verla así, - increíble. La forma de encarnar a tu personaje con tanta exactitud. Tengo que felicitarte… - me levante y me acerque para darle dos besos.
Ella se sonrojo. Evidentemente no se esperaba eso. Pero me daba igual. Era una excusa para rozar su piel… Desde lejos se veía tan perfecta, tan suave…
Mi primer pensamiento ante ese roce fue “ojala fuera yo su novio… Él era un afortunado de tener a una chica como Stana.” La note carraspear un poco y volví a despertar de mi pequeño sueño. Me senté en mi silla y lo único que se me ocurrió decir fue:
- Bueno…. ¿Y tienes alguna persona especial en tu vida…?
En realidad no tenía claro si quería saber la respuesta. ¿Qué pasaría si ya tenía novio? Me había comportado como un idiota acercándome a ella de esa manera.
La vi cómo se mordía el labio y me miraba a los ojos.
Esa espera me mataba.
Dios. No quería ni pensarlo. Otro hombre probando sus labios y viéndola sonreír gracias a sus tonterías. Otro hombre quien acariciara esa piel tana suave. Otro hombre viéndola desnuda…
Suspire esperando que no se me notase mucho la cara de asco que estaba sintiendo en ese momento. En esa cara de furia que se me ponía la pensar que otro hombre y no yo podría hacerla sonreír…

PV Stana

Cuando le estaba contando todos los papeles que había realizado hasta ahora, se me quedaba mirando. Notaba como si no me estuviera haciendo caso.
Lo llame un par de veces y cuando reacciono, me dijo que había visto la de Stiletto. Dios. Sentí morirme.
Me sonroje. ¡En esa película prácticamente salía desnuda!
Cuando se levantó para darme dos besos, sentí que mi cuerpo se estremecía. Cerré los ojos al sentir sus labios. Y cuando termino de dármelos, se quedó allí.
Carraspee un poco. No era que me sintiera incomoda con su presencia tan cerca, sino que estábamos en un lugar público.
Se sentó otra vez en su sitio. Y me quede estática con la pregunta que me hizo.
- Bueno…. ¿Y tienes alguna persona especial en tu vida…?
No sabía que decirle. ¿Le miento y le digo….? ¿Le digo la verdad…?
Me mordí el labio y le mire a los ojos. Note como empezaba a cambiarle la cara. Miedo. Furia. Desesperación.
Suspire. No tenía que mentirle. Al fin y al cabo íbamos a ser compañeros. Además… ¿Quién me aseguraba que quisiera algo conmigo que una amistad? Seguramente tendría alguna chica por ahí. Escondida.
Baje la mirada y me mire las manos, como cogiendo valor. No le iba mentir.
- Si… Si tengo… Pero últimamente no lo llevamos muy bien. Él está lejos y la distancia no es buena… - dije con un poco de tristeza.
Me miro con pena en los ojos aunque sonreía.
- Me alegro…- dijo con una sonrisa la cual no le llego a los ojos.
Lo mire extrañada. ¿Qué le pasaba?
- ¿Estas bien? Te noto raro…
- Si tranquila… - dijo sonriendo. – ¿Y cómo se llama el afortunado?
Me sonroje.
- Se llama Kris Brkljac…. – dije mordiéndome el labio.
Mire mis manos. Por un momento me sentí muy nerviosa y que había hablado de más. Dios, quería que me tragara la tierra en ese momento.
Sentí una caricia en mis manos y al abrir los ojos vi que una mano suya había cogido una de las mías que se retorcían con nerviosismo.
- Hey… ¿Qué ocurre? – dijo mirándome con preocupación en los ojos.
Le mire y le sonreí.
- No estoy acostumbrada a hablar de mi vida privada…
- Lo siento. No era mi intención hacer que te sintieras incomoda-
Le sonrei. Me inspiraba confianza.
- Tranquilo. Confio en ti. – dije sonriéndole con sinceridad.

PV Nathan

Al enterarme de aquello fue como si me tiraran un cubo de agua helada encima. En cierto modo tenía que sentirme feliz por ella, aunque no la viese muy conforme. Pero aun así me dolía. Yo no tenía a nadie en esos momentos y… Solo pensar que tenía falsas esperanzas, me dolió.
Es verdad que solo nos conocíamos de dos días, pero sus ojos, su forma se ser tan sencilla, su… Dios, estaba perdido…
Todo en ella era especial, ella era más real que todas esas actrices que había conocido con todos esos maquillajes en todas las series que hice. Y eso se notaba que por muy diva que fuera ella en realidad, había cosas que nunca había dicho a nadie. Y eso se notaba en su timidez al hablar de ciertos temas personales.
Así que en ese sentid me sentí feliz y un poquito más especial. Y sonreí sin darme cuenta. Saber que ella confiaba en mí al contarme esos datos tan personales de su vida privada. Era mi compañera de trabajo. Nunca la dañaría.
- Oye de verdad que me alegro que seas tan feliz… -dije. – Mereces a una persona grandísima a tu lado. Que te cuide como mereces y si le elegiste a él es porque tiene algo especial. Quiérelo. Seguro que él también lo hace y sino es que es un completo imbécil….
Aquellas palabras, aunque no lo pareciera, me habían dolido mucho decirlas. No sabía porque me sentía así. Pero tampoco podía evitarlo.
Había salido con ella, le había dado dos besos solo para verla sonreír y… Y… Ahora me enteraba de esto y me destrozaba, me lo esperaba pero no quería escucharlo.
Era algo que no aguantaba…
La vi sonreír. Y por un momento todos mis argumentos se fueron al traste. Su sonrisa era como un salvavidas.
- Gracias por esas palabas Nathan. Son muy bonitas de verdad. – dijo sonriendo.
Dios. Su sonrisa. No podía apartar la mirada de sus labios.
Sonreí como un tonto. No me salían las palabras.
Unos segundos más tarde, me recupere de mis pensamientos y la solté de las manos volviendo a mi plato, que había llegado minutos antes. Me puse a comer mi hamburguesa y no volví a hablar en todo ese tiempo. No quería.

PV Stana

Al escuchar esas palabras todo mi mundo se derrumbó. ¿Cómo podía existir un hombre así? Era maravilloso. Sonreí y me sonroje sin poderlo evitar.
Le vi mirarme con una sonrisa. Extasiado.
- Gracias por esas palabas Nathan. Son muy bonitas de verdad. – dije sonriendo.
Le vi que sonreía con sinceridad.
Por un momento me sentí nerviosa. No sabía que decir ni hacer. Me mordí el labio y desvié la mirada hacia nuestras manos unidas.
Me sentía a gusto con él a mi lado.
Después de un momento así, retiró su mano y empezó a comer la hamburguesa. Yo le imite.
Vi que comía como ausente. Quería decirle algo. Pero no sabía el que…

PV Nathan

No quería volver a meter la pata de esa manera tan tonta. Estaba seguro de que pensaría que era un imbécil con esperanzas que no servían para nada. Volví a mirarla con una sonrisa irónica, quería saber más de ese tío. Me dolía pero los hombres tenemos ese impulso a saber a qué nos enfrentamos, impulso que es imparable. Me lo pensé un momento y volví a preguntar:
- ¿Lleváis mucho tiempo juntos?
Note que le molestaba hablar de su vida privada, ya que desde el primer día se loe noto que en ciertas cosas era algo reservada.
Me disculpe enseguida.
- Lo siento. No tengo derecho a preguntar esas cosas. Es tu vida privada. Además, no soy nadie cercano a ti. Perdona. No volveré a preguntar más…
Me calle y volví a apartar la mirada de ella.

PV Stana

Vi que se lamentaba el haberme hecho la pregunta. No le quería hacer más daño. Pero algo me decía que él no era como la demás gente. Que podía confiar en él.
Sonreí para darle ánimos.
- Llevamos solo unos pocos meses. – dije sonriéndole un poco.
El me miro. De verdad que se sentía arrepentido de haberme preguntado.
- Lo siento. No tengo derecho a preguntar esas cosas. Es tu vida privada. Además, no soy nadie cercano a ti. Perdona. No volveré a preguntar más…
- No. Tranquilo. – dije cogiéndole una mano por encima de la mesa. – Puedes preguntarme lo que quieras…. No sé que me pasa… Pero…. Sé que puedo confiar en ti… - dije sonrojándome.

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